Esterilizacion la mejor alternativa

Miserias de los gatos callejeros en España

Texto Original de: Caroline Waggershauser

Traducido por: Patricia Safont e Ines Rico

http://www.sos-galgos.net/2009-10-18/strassenkatzenelend-in-spanien-hysterie-oder-realitaet.html

Hoy me quiero ocupar una vez más del tema de la esterilización de gatas en celo. De antemano, no está asegurado que la gente no se lo tome a la ligera. Al fin y al cabo somos los protectores de animales los primeros que respetamos el derecho a la vida de cualquier criatura.

Pero, ¿A qué tipo de vida esta destinado un gato que nace en la calle? Si el cachorro tuviera la suerte de nacer en un país civilizado, podría, bajo ciertas circunstancias, llegar a ser bastante viejo, ya que hay muchos particulares y organizaciones protectoras de animales, algunas de ellas especializadas en gatos callejeros, que se dedican específicamente a su cuidado (alimentación, vacunas y esterilización).

Sin embargo, si el cachorro nace en un pais donde ni siquiera se respetan los derechos humanos, entonces las posibilidades de supervivencia del animal son muy limitadas. La inmensa mayoría no alcanza la edad adulta. En estos países prima la dificultad de encontrar alimento, por lo que se les hace imposible mirar por otros animales, quedando estos desfavorecidos.

A pesar de que España supuestamente pertenece al primer tipo de países descritos, con recursos y medios para la subsistencia de la mayor parte de la población, la crueldad hacia los animales es un hecho real. Prueba de esto es la existencia de una legislación que permite el maltrato público de animales, con financiación estatal.

¿Qué valor tiene entonces la vida de un gato?

Tal y como hace poco pudimos ver, el reincidente Jaime Ferrero Ávila del pueblo de Talavera de la Reina, quien fue declarado inocente tras ser denunciado en 10 ocasiones por maltrato y por apedrear gatos hasta la muerte, increíble como pueda parecer, ha sido declarado inocente recientemente, a pesar de la legislación en defensa de los animales.

Si bien siempre ha habido personas que maltrataban a estos animales, este dictamen de inocencia supone una invitación abierta a todos estos criminales a seguir con sus actividades a sabiendas de que, visto este ejemplo, no van a ser condenados por estas actuaciones inhumanas.

Naturalmente también hay en los así llamados países civilizados,personas como Jaime Ferrro Avila. Pero en estos países, estas personas son denunciadas y condenadas a multas e incluso penas de cárcel juntamente con una prohibición para mantener animales de por vida.

Aunque el cachorro tuviera la suerte de no caer en manos de desalmados como estos, esto no significa que sobre el no pueda pesar una gran desgracia. En ese grupo estaría las enfermedades, infecciones como el Moquillo Felino, que provoca una larga, lenta y terrible agonía. La Leucemia Felina, Enteritis Felina y el Síndrome de Inmunodeficiencia Felina que condenan a los gatos callejeros a una muerte lenta y cruel.

Hasta hoy, no he conocido ningún animal que este abocado a tantas y tan terribles enfermedades. Por si esto fuera poco debo mencionar (espero que sea parte del pasado) municipios que infectaban colonias de gatos callejeros con el virus del moquillo felino para acabar con ellos. El veneno hubiera sido más benevolente. Pero así se ahorraban el dinero que costaba el veneno o pagar a alguien para que capturara a los animales. De esta forma los gatos eran víctimas del virus, el cual una vez se encontraba en la colonia, se mantiene siempre, ya que el riesgo de infección es muy alto.

Si el gatito sobreviviera el nacimiento y las tres primeras semanas en la seguridad del refugio que le ofrece su madre, quedará expuesto tanto a enfermedades como a personas desalmadas y a las consecuencias que pueda acarrear su propia curiosidad, la cual resulta en ocasiones fatal (entrar en tuberías de las cuales luego no puede salir, caer en pozos o grietas en el suelo en los que muere de hambre y deshidratación).Aparte del pánico que debe soportar el animal al estar alejado de su madre, incapaz de ayudarlo.O si come veneno, si es atropellado, si es atacado por un perro, si algunos escolares lo pisotean o lo tiran contra paredes, si es torturado con un destornillador hasta la muerte, si es ahogado, si le disparan, si cae en cepos o se ahoga durante las gotas frías, tan frecuentes en España.Cuantas veces he salido corriendo por las noches para salvar lo que todavía quedaba por salvar de las colonias de gatos que luchaban contra las riadas. Estaban atrapados en sus propios escondrijos, grandes bloques de roca entre los cuales se ahogaban lastimosamente. […]

Si el gatito sobreviviera todo esto, entonces quedarían las Organizaciones Municipales, con su veneno, sus cazadores de gatos y las perreras. Ambo conceptos unidos a una muerte cruel. Estoy segura que en España no hay ni una sola perrera que mate a los animales como exige la ley de protección animal, según la cual los animales a los cuales se administre la inyección letal deben estar anestesiados.

A menudo son apaleados o pisoteados hasta la muerte, envenenados o se les aplica la inyección letal directamente en el corazón o se les inyecta sustancias que atrofian la musculatura por lo que son testigos de su propia muerte. Paralizados y sin embargo conscientes deben vivir su propia asfixia. Y hablo solo de aquellos casos que han salido a la luz. Si pienso en los datos que no se han hecho públicos se me ponen literalmente los pelos de punta.

Tal vez ahora alguien piense que se podría llevar a estos animales a un refugio o protectora. ¿Quién sería capaz de llevar a un animal nacido libre y encerrarlo en una jaula? He visto gatos, que se han lanzado contra las puertas de la jaula, con el solo resultado de heridas para el animal. Lo que asimismo comporta la infección de las heridas, puesto que nadie puede administrar medicación a estos animales. Como hemos dicho los gatos son animales salvajes y no se dejan meter una pastilla en la boca tan fácilmente. Cosa que también sucede con los gatos domésticos.

No conozco un solo ni un solo refugio que ponga a los animales en cuarentena. Con el resultado de que allí donde se supone que los animales están bien cuidados, los gatos (y también los perros) están expuestos a todas las enfermedades víricas, así como a la muerte (exactamente igual que si estuvieran en la calle). […]

Esta es la vida de un gato callejero en España. ¿Es una vida digna? Es tarea de cada uno juzgarlo por si mismo. Nosotros, que noche por noche nos preocupamos de estos animales, llevando a aquellos que se dejan atrapar al veterinario quien los esteriliza incluso en el caso de u embarazo avanzado.

Los pequeños mueren por la anestesia aplicada a la madre, sintiendo dolor alguno. Para aquellos que llevamos allí los animales, resulta doloroso. Naturalmente nos preguntamos si tenemos el derecho de tomar la vida de estos jóvenes animales. Nos destroza el corazón ver como los pequeños son sacados de la protección del cuerpo de su madre.

Pero, ¿Es digna la vida de un gato callejero en una ciudad?

Allgunos de estos gatos sobreviven todos los peligros antes mencionados, pero siempre se nos escapa uno u otro, lo cual hace imposible su esterilización. Lo que significa que este animal durante los años posteriores procreará y continuara con este problema.

Los gatos, más frecuentemente hembras, mueren a causa de enfermedades y debilidad alrededor de los 3 o 4 años. Aquí, en el cálido clima mediterráneo, las gatas tienen hasta cuatro camadas al año. A menudo aun están amamantando a las crías cuando quedan de nuevo encinta.

Por esta razón los cachorros son destetados a una edad demasiado temprana, dependiendo únicamente de ellos mismos para su supervivencia, cosa a la que la mayoría no sobrevive. He sido testigo de cómo las propias madres se comían la comida que correspondía a sus hijos, ya que sin ella serían incapaces de sobrevivir. Cuando aun no se han recuperado de la primera camada, quedan embarazadas de la siguiente. Esto agota las fuerzas de las madres, las cuales mueren por agotamiento y son mucho más propensas a las enfermedades. A raíz de esto casi nunca se ven gatos viejos por la calle.

Y La solución que algunos plantean es fácil, ¿Por qué no se recoge a estas crías de las calles y se los da en adopción a familias? Bueno,… ¿Dónde están esos adoptantes? No los hay. Así de simple. A esto hay que añadir que un cachorro que desde joven (aprox. 2 meses) no haya sido acostumbrado al contacto con personas, nunca se adaptará a una vida en familia. Permitirá la cercanía de las personas, se dejará acariciar, pero ni se dejará coger en brazos ni se dejara mimar en el sofá.

Hablo por experiencia propia pues tuve algunos animales en las anteriormente citadas condiciones en acogida. Puesto que no son “animales de peluche” sino que mantienen su carácter silvestre, no se les encuentra adoptantes. Y así es como he terminado con 24 gatos, a los cuales creía ser capaz de encontrar un hogar. Y ya que no fui capaz de dejarlos de nuevo en la calle, se han quedado en mi casa. Sobre mi sofá.

En resumen: Seguiré yendo durante las largas noches por las calles, armada con una red y cebo con el objetivo de cazar el máximo de gatos posible y esterilizarlos. Aun cuando uno u otro gato ya esté encinta. Esta es la única posibilidad de aligerar la terrible miseria gatuna, que permanece oculta a los ojos de la gente, puesto que los gatos son nocturnos. (A propósito, todos “mis” gatos están vacunados, así les ahorro por lo menos un terrible languidecimiento). No puedo protegerlos de todos los otros peligros a los que están expuestos, sobre todo en forma de figuras humanas. De una vida de continuo miedo y temor.