La protagonista de este pequeño relato es una bonita niña de 4 años recien cumplidos llamada Andrea...Un buen día Andrea llega del cole muy contenta porque ha aprendido muchos animalitos y sus costumbres. Al poco aparece su papá (aficionado taurino) que acaba de teminar de trabajar y Andrea corre a sus brazos a contarle lo que aprendió hoy en el cole. El papá le pregunta: "¿qué te ha enseñado hoy tu señorita?" y la niña responde:"Hoy me enseñaron lo bueno que son los animalitos. La señora gallina que pone huevos, el perrito que nos cuida la casa y juega con nosotros, las vaquitas que nos dan sabrosa leche y de muchos animales más papi..." Su papá le dijo: "Los animales son bonitos y debes cuidarlos y respetarlos"
Tras terminar las tareas y jugar con sus juguetes Andrea entra en el comedor y se pone a ver lo que están poniendo en la tele. Al poco rato la niña comieza a llorar y se va corriendo a abrazar a su papá..."¿Qué pasó mi amor? ¿por qué estás llorando?" le pregunta él y la niña le responde: "Papi, vi como metían a un torito en un sitio redondo donde hay mucha gente y un señor con ropa brillante entraba y le empezaba a molestar con una sabana roja, y el animalito le iba persiguiendo...". Y su papá le dice (maldiciendo por dejarla sola con la tele) "¡Ay mi vida!, ¿qué más viste?" Andrea le contesta: "Vi como entraba otro señor con unos palitos de colores y se los clavaba a la espaldita del torito y hacía que le saliera sangre y luego se iba corriendo. También entraba un señor con su caballito y le clavaba con un palo grande y el torito enfadado y malherido le pegaba con su cabeza y después el hombre se iba corriendo con su caballito... Después el señor de ropa brillante agarraba una espada como la de los ángeles y se la metía por la cabeza al pobre animalito, después se le empezaban a doblar sus patitas y se caía al suelo, luego venía ese señor malo y le cortaban su orejita con una especia de cuchillo y se la enseñaba a todos los que estaban en ese sitio redondo y todos le aplaudían festejando lo que había pasado. Un ratito más tarde venía el señor del caballo y se lo llevaba arrastrando...el torito había muerto y estaba todo lleno de sangre...¡¡¡bua bua buuuu!!! (lloros y sollozos).
De este relato hay muchos que pueden decir cosas como… "Qué padre tan tarado para dejar a la niña viendo la televisión toda solita...", pues podría haber visto cualquier otra cosa violenta como una peícula o algo así... Pero no, lo que estaba viendo no era nada ficticio...era una corrida de toros. La pequeña vio como a un animal (al que horas antes tanto su papá como en el cole le habían explicado que debía cuidarlo y respetarlo) un grupo de hombres igual que su padre aplaudían cada vez que el pobre animal era clavado por las banderillas, la lanza y la espada hasta generarle la muerte. Finalmente veía como después de toda la atrocidad de sufrimiento que había pasado el pobre torito, le cortaban la oreja y se lo llevaban arrastrando por el suelo. ¿Qué le decimos en ese caso a esa pequeña? Andrea no te preocupes, eso es una tradición de mas de 500 años y pertenece a nuestra cultura. ¿Qué creen que nos dirá..? ¿Qué le puede decir su papá taurino para justificar semejante atrocidad que su pequeña hija de 4 añitos acaba de contemplar por la tele?....¿que hay un hombre que arriesga su vida frente al toro y que es un arte lleno de belleza y valentía? Por Dios, no imagino a ese padre taurino haciendo ese papel ridículo de defensor de lo indefendible frente a su hijita.
Casi todos los animales que habitan la tierra matan por necesidad, y ellos son seres sin la capacidad de raciocinio que nosotros tenemos, sin embargo, nosotros los seres mas inteligentes sobre la tierra nos dedicamos a matar por diversión y espectáculo. ¿Esta ceremonia llena de violencia, sangre y abuso es una cosa que queremos que nuestros hijos aprendan? ¿Es algo por lo que estos niños deben sentirse orgullosos? Realmente no lo creo. Enseñemos a nuestros pequeños a cuidar, respetar y amar a nuestros hermanos pequeños....los animales
TAUROMAQUIA ABOLICION
DEFENDEMOS AL SER MAS DEBIL
ResponderEliminarvaya... me dejo sin palabras... más la parte en que la niña le cuenta a su padre todo lo que vio ... yo no se como la sociedad es tan uhmm retrógrada... todos debemos asumir una actitud de cambio y abogar por los derechos que tienen estos seres preciosos. Buena vibra.
ResponderEliminaresa historia si me llego bastante frofundo , hasta cuando se va soportar tal atrosidad en nuestro pais que ni siquiera esa sangrieta "cultura" nos pertenese , que orible verdad , asi es como los humanos nos tranformamos en piedas que solo saben herir
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